El recién finalizado año 2023 ya se ha convertido en uno de los más trágicos y oscuros para la seguridad vial infantil en España como consecuencia del alarmante incremento de la siniestralidad infantil. Según datos del último balance provisional publicado por la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2023 fallecieron en las carreteras españolas 22 niños y niñas menores de 14 años, la cifra más alta desde 2014; más del doble de fallecimientos infantiles que los ocurridos en 2022, cuando 10 pequeños perdieron sus vidas víctimas de accidentes de tráfico. Un 120% más de vidas infantiles perdidas en 2023.
Los expertos nacionales e internacionales de la Alianza para la Seguridad Vial Infantil, AESVi, tienen claro que no es posible instalarse en la resignación, y que es imprescindible dar un golpe sobre la mesa y afrontar la estrategia de seguridad vial infantil con la valentía y la firmeza que merece un asunto tan trascendente. Es más que evidente que endurecer las sanciones por no utilizar los sistemas de retención infantil, o utilizarlos de manera incorrecta, no es la solución a la siniestralidad vial infantil.
La información a las familias está fallando
Todos, familias, instituciones y organismos competentes en materia de seguridad vial infantil, somos conscientes de que los niños y las niñas forman parte de uno de los colectivos más vulnerables que transitan las vías de circulación y, por tanto, requieren especial atención y protección por parte de los adultos. Y todos sabemos que un niño desprovisto de su sistema de retención infantil o con el mismo mal instalado es el ocupante sometido a mayor riesgo de fallecimiento o lesiones graves en caso de accidente.
Es una certeza absoluta que ningún padre y ninguna madre desean poner en peligro la vida de sus hijos e hijas. Por ello, desde el momento en que la siniestralidad vial infantil se ha duplicado a pesar de las duras medidas sancionadoras que se han incorporado a la nueva Ley de Tráfico, queda claro que las familias no reciben los mensajes correctos de la manera adecuada.
¿Cómo se pueden mejorar estos datos?
Ante tantas evidencias y empujados por el compromiso de todos y cada uno de los miembros de nuestra Alianza por mejorar la seguridad vial infantil en este nuevo año 2024, proponemos a las autoridades responsables en materia de seguridad vial infantil una serie de medidas valientes, transversales, técnicamente rigorosas y, sobre todo, eficaces para afrontar esta situación de emergencia nacional en la que se ha convertido la seguridad vial infantil:
- La investigación técnica de los accidentes que sirva como base de nuevos modelos de prevención que trasciendan las sanciones y que estén integrados por medidas valientes, innovadoras, efectivas y eficaces que trabajen directamente en la detección de las causas de los accidentes y permitan ejecutar la mejor solución para que no vuelvan a suceder.
- Iniciar campañas de formación a todos los colectivos implicados en la seguridad vial de los niños para que los padres reciban el mensaje claro y unificado de que el uso correcto de los sistemas de retención infantil es esencial para proteger y la vida de sus hijos cuando viajan en coche y no tener que apelar a las sanciones económicas, ya que está demostrado que es una vía ineficaz.
- La reducción del IVA para los sistemas de retención infantil como ya han hecho en Reino Unido, Portugal, Croacia y Polonia. Porque proteger a los niños en un coche no debería ser un lujo y al tratarse de sistemas de seguridad infantil con una efectividad demostrada (el uso correcto de los SRIs reduce entre un 60% y un 80% el riesgo de lesión grave y fallecimiento en caso de accidente), el IVA de estos productos debería ser el superreducido, lo que facilitaría la compra por parte de las familias.