Las sillas infantiles usadas no se deben reutilizar debido al riesgo potencial de que su estructura y seguridad estén comprometidas por el paso del tiempo. Sin embargo, el desmantelamiento de las sillas para su reciclaje es una tarea relativamente compleja debido a la combinación de materiales y estructuras. Un sistema de retención infantil consta de diferentes tipos de plásticos, metales, espumas, correas de arnés y telas, razón por la cual la mayoría de los asientos terminan su vida útil en vertederos. Desde Grupo Babyauto y Emaús Fundación Social se está promoviendo Baby Recycle, un programa efectivo de reciclaje de sillitas infantiles que aporte soluciones a este problema.
Se estima que alrededor de 400.000 sillas infantiles llegan al final de su vida útil cada año en España y casi la totalidad de ellas se envían a vertederos, al no existir procesos de reciclaje para estos dispositivos. Lamentablemente, es un problema que no tiene soluciones innovadoras a nivel europeo y países como Alemania, Reino Unido, etc. tienen en la actualidad el mismo problema. Esto supone que toneladas de material útil (plástico, metal, textil…) terminen en los vertederos año tras año con la huella de carbono y el impacto medioambiental que ello provoca.
Ofrecer soluciones responsables a estos residuos es posible planteando objetivos de desarrollo sostenible. Algunos usos interesantes que se están dando a los materiales recuperados son la creación de parques infantiles a partir de los plásticos reciclados, o también la utilización de los arneses de los SRI en correas para mochilas o bolsos. En las campañas BabyRecycle los consumidores podrán renovar su sillita a cambio de un obsequio o un incentivo económico para la adquisición de nuevos productos de puericultura* y, al mismo tiempo, podrán reciclar los materiales de su sillita usada con todas las garantías, asegurando la recuperación de los materiales en procesos de economía circular.
Más información: Campaña BabyRecycle
