Comprar sillas de segunda mano conlleva múltiples riesgos

El uso de sistemas de retención infantil en el vehículo es obligatorio para todos aquellos menores con una estatura igual o inferior a los 135 cm, tanto en desplazamientos en vías urbanas como interurbanas. Los precios de estos sistemas de seguridad son variables y para muchas familias pueden resultar elevados, razón por la cual acuden al mercado de segunda mano que carece de todo control oficial, asesoramiento profesional, garantía o instrucciones. La compra en portales de segunda mano, cada vez más presente en los hábitos de compra, ofrece una solución fácil y rápida a estos padres que no son conscientes del peligro que supone comprar un SRI para sus hijos, sin conocer su historia, uso, longevidad, y/o posibles daños ocultos.

El aumento de la compraventa de SRI de segunda mano a través de Internet ocasiona la posibilidad de que estos sistemas de retención infantil de segunda mano no funcionen de manera eficaz en caso de accidente de tráfico y, por lo tanto, los menores ocupantes de los vehículos queden expuestos a un alto riesgo que comprometa su seguridad y su salud.

9 de cada 10 sillas de auto de segunda mano no son seguras

Ante esta grave situación, AESVi ha realizado un informe científico que desvela hasta qué punto los efectos del uso y envejecimiento de los sistemas de retención infantil pueden alterar la eficacia protectora de estos dispositivos de seguridad. Los resultados de este estudio son muy negativos y ofrecen una conclusión verdaderamente alarmante: 9 de cada 10 sillas de auto adquiridas en el mercado de segunda mano no cumpliría hoy con los criterios de seguridad con los que fueron homologadas en su momento.

Riesgos de las sillas de segunda mano

Son muchas las razones por las que las sillas de segunda mano pueden no cumplir con el Reglamento Europeo de homologación y ser, por lo tanto, peligrosas para los niños. El estudio realizado por AESVi ofrece algunas de estas siguientes razones:

  • Ausencia de manual de instrucciones: documento imprescindible para obtener la homologación europea ya que proporciona la información esencial para la correcta instalación y uso del dispositivo.
  • Alto grado de deterioro de los materiales de absorción de impacto: lo que supone un alto riesgo para la seguridad del niño usuario en caso de accidente.
  • Envejecimiento de los tapizados: a causa del paso de los años, del uso, de las variaciones climáticas y el mal almacenamiento, lo que supone una importante pérdida de propiedades de absorción.
  • Arneses defectuosos: problemas de mal enrutado, twisting, suciedad y mala conservación provocan disfunciones y falta de efectividad en el sistema de sujeción del niño, algo que se agrava en los impactos frontales.

En conclusión, es totalmente desaconsejable para las familias adquirir sillas infantiles en el mercado de segunda mano ya que su eficacia protectora no puede garantizarse. El desconocimiento de la historia de la silla y sus condiciones de almacenaje, suponen un alto riesgo para la seguridad de los niños que las utilizan.

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