Hay varias posibilidades para prevenir esta tragedia. Dejar siempre un objeto esencial atrás, algo que se necesite sí o sí al salir del coche, como: el teléfono, la cartera o bolso, la tarjeta de acceso al trabajo. Puedes usar alarmas o recordatorios en el móvil: pon una alarma recurrente a la hora de llegada al trabajo o a casa que diga: «¿Está el niño en el coche?». Algunos vehículos ya disponen de alertas de ocupantes traseros, que se activan al apagar el motor y también hay en el mercado sillas de coche con sistemas de seguridad conectados a un móvil que alertan al conductor si el niño se deja solo en el coche, si el cinturón se desabrocha o si la temperatura del vehículo es extrema. Estos sistemas suelen incluir sensores en el clip de pecho o en la silla misma para detectar estos eventos.
Si hay cambios en la rutina, se debe doblar la vigilancia, por ejemplo, cuando otra persona lleva al niño (pareja, abuelo, niñera). Asegúrate con un mensaje o llamada que llegó bien.
Pide a la guardería/colegio que avisen si no llega el niño. Muchas escuelas lo hacen, pero si no, puedes pedirles que te llamen si no llega a cierta hora.
