Hace tan solo unos días la Dirección General de Tráfico presentó los resultados del Proyecto Baseline con el que la Comisión Europea pretendía generar valores para los ocho KPIs (indicadores clave de rendimiento) de seguridad vial en los Estados miembros de la Unión. En este proyecto han participado un total de 18 países, España entre ellos, que proporcionaron valores de indicadores nacionales con los que establecer una comparativa entre los países participantes.
España ofreció los datos del indicador de uso correcto de los sistemas de retención infantil, con unos resultados verdaderamente preocupantes: solo el 46% de las familias utilizan correctamente estos dispositivos de seguridad infantil, el valor más bajo de todos los países participantes. Dicho de otro modo, más de la mitad de las familias españolas no saben utilizar correctamente el sistema de retención infantil que protege la vida de sus hijos, lo que supone un claro riesgo para la seguridad de los niños cuando viajan en coche.
Urgen medidas inmediatas basadas en la pedagogía y la formación
Es alarmante que la mitad de las familias españolas no sepan utilizar la silla infantil, ya que la seguridad de los niños que las utilizan depende esencialmente de que estos dispositivos de seguridad sean utilizados de manera correcta. Los malos datos de este indicador evidencian, más aún, la urgencia de que las administraciones pongan medidas urgentes e inmediatas basadas en la pedagogía y la formación de las familias que van a adquirir y utilizar estos dispositivos de seguridad para sus hijos; de los asesores de venta de las sillas infantiles; y de los agentes de tráfico con capacidad sancionadora.
El aumento de la vista de sillas de segunda mano es un riesgo añadido
A esto hay que añadir otro hecho agravante: el aumento de la compraventa de SRI de segunda mano a través de Internet que, en la gran mayoría de los casos (más del 80%, según un estudio realizado por AESVi), carecen de manual de instrucciones. Este documento es imprescindible para garantizar la seguridad de los menores que utilizan las sillas, ya que proporciona la información esencial para la correcta instalación y uso del dispositivo. La ausencia de instrucciones puede suponer que la silla se instale mal y, por lo tanto, no cumpla eficazmente con su función protectora de los menores en caso de accidente.
Desde AESVi insistimos una vez más en la evidencia de que las políticas de seguridad vial, especialmente las que atañen a los menores, no funcionan. Y no es admisible que en el año 2023 aún no se haya tomado conciencia de la importancia vital que tiene el uso correcto de los sistemas de retención infantil para proteger la vida de los niños y las niñas durante sus desplazamientos en coche.
Ante esta situación, reclamamos una vez más a las autoridades competentes que la seguridad vial infantil se aborde de manera inmediata para corregir los datos de este indicador tomando medidas concretas y efectivas basadas en la pedagogía, la concienciación y la formación técnica específica dirigidas al conjunto de la sociedad: a los padres y adultos responsables de la seguridad de los pequeños cuando viajan en coche; a los profesionales que deben asesorar a las familias sobre el sistema de retención infantil más adecuado para sus hijos e hijas; a los agentes de tráfico con capacidad sancionadora; a los docentes de las escuelas que deberían estar impartiendo educación vial en las aulas al alumnado de educación infantil, primaria y secundaria.
