¿Ha llegado el momento de cambiar la silla infantil?

Los niños crecen tan deprisa que hay que comprarles ropa y calzado nuevos cada poco tiempo, ya que son elementos básicos e imprescindibles. Además de estas prendas hay otros accesorios que son fundamentales para que los pequeños sigan creciendo sanos y seguros, entre ellos la silla de auto. Estos dispositivos de retención son obligatorios para viajar en coche hasta que el pequeño alcanza, como mínimo, los 135 cm de altura y recomendables hasta los 150 cm, ya que está demostrado que el uso correcto de los SRIs reduce en un 80% el riesgo de muerte y lesiones graves en los niños en caso de accidente. Pero ¿cómo sabemos que ha llegado el momento de cambiar la silla de nuestro pequeño?

Las sillas de seguridad deben ajustarse al crecimiento de los niños

Para que las sillas de auto cumplan con su función protectora, es fundamental que se utilicen correctamente y que sean adecuadas para los niños en cada etapa de su vida. Para ello, en el mercado se pueden encontrar diferentes tipos de sillas de seguridad que se ajustan al crecimiento de los niños abarcando tallas desde los 40 hasta los 150 cm y pesos desde 0 a 36 kg. Así, las familias pueden escoger entre diferentes tipos de sillas en función de sus necesidades, de las características del vehículo en el que serán instaladas y de su estilo de vida: hablamos de sillas de tallas específicas y sillas evolutivas que reúnen diversas tallas o que, incluso, engloban todas las tallas.

Las sillas de talla específica deben ser sustituidas a medida que el niño crece para que sean adecuadas a su talla en cada momento. Por su parte, las sillas evolutivas son aquellas que acompañan al niño durante su crecimiento, siendo necesario ajustar las diferentes instalaciones del dispositivo a la talla adecuada en cada etapa.

Indicadores de cambio

El primer indicador de que ha llegado el momento de cambiar la silla infantil se encuentra en las indicaciones con respecto a la talla y el peso que figuran en la etiqueta de homologación y en las instrucciones del fabricante. Así, cuando la talla y/o el peso del pequeño alcance estas indicaciones, habrá llegado el momento de cambiar la silla, en caso de que se trate de un dispositivo de talla específica, o ajustar la instalación, si se trata de una silla evolutiva.

Otro indicador de que la silla de auto ya no es adecuada para el niño es observar la posición de la cabeza cuando el niño está sentado; si la cabeza sobresale por encima de la silla o los hombros tocan por la parte inferior del cabezal, la silla se habrá quedado pequeña y, por lo tanto, no protegerá al niño convenientemente. Para garantizar la seguridad del pequeño, hay que cambiar la silla de talla específica por otra que se adapte a la talla del niño. Si se trata de una silla evolutiva, será necesario ajustar la instalación a la estatura actual del pequeño.

Criterios de clasificación de las sillas de auto: talla y peso

El peso es el criterio empleado en el Reglamento ECE R44 para clasificar las sillas de auto. El nuevo Reglamento ECE R129 / i-Size establece un criterio más intuitivo y sencillo para seleccionar la silla más adecuada para cada niñ@. Se trata de tallas basadas en la estatura mínima y máxima de los niños. Adicionalmente, y para las sillas con anclajes ISOFIX, se fija un peso máximo para la suma de la silla y el niño con un límite de 33 kg.  

Estas indicaciones de tallas y/o pesos están claramente indicadas en la propia silla, concretamente en la etiqueta de homologación (que se puede localizar fácilmente por su ubicación en algún punto visible de la silla) y en las instrucciones del producto.  

Consejos de seguridad

Observa siempre que la cabeza del niño quede perfectamente apoyada sobre el cabezal de la silla infantil y que el arnés o cinturón de seguridad queden justados a la altura de su hombro. Y nunca compres para tu hijo una silla de segunda mano ya que, como se demuestra en el estudio realizado por AESVi, existe un alto riesgo de que las funciones elementales de la silla puedan verse reducidas alarmantemente debido, entre otras causas, al deterioro de sus componentes y a la falta de materiales e instrucciones de instalación.

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