¿Viajar en coche con el abrigo puesto? ¡Nunca!

Estamos en pleno invierno, la época del año en la que se producen más accidentes mortales. De hecho, el 26% de los accidentes acaecidos en el año 2021 se produjeron entre los meses de enero y abril. Durante el invierno es necesario poner especial atención en la carretera ya que la lluvia, la nieve, el viento, la niebla y las placas de hielo hacen acto de presencia en las vías obligando a los conductores a tomar las máximas precauciones.

Lo más importante en esta época del año es preparar el vehículo para el invierno con antelación suficiente. La puesta a punto del coche pasa por la revisión de frenos, luces, batería, neumáticos, limpiaparabrisas y niveles de líquidos: anticongelante, aceite y lavaparabrisas. Y, por supuesto y entre otras, mantener la distancia de seguridad en condiciones de lluvia, niebla y nieve es fundamental para poder anticiparse a situaciones de peligro con antelación suficiente.  

En coche, siempre con SRI

Por su parte, los ocupantes del vehículo también deben adoptar una serie de precauciones en sus desplazamientos en coche durante el invierno, especialmente cuando se viaja con niños a bordo. Lo primordial es que los adultos no olviden que es su obligación y responsabilidad el asegurarse de que los niños por debajo de 135 cm viajen siempre en un sistema de retención infantil homologado y adaptado a su talla y peso. Aún y así, la recomendación de AESVi es que los menores sigan utilizando una silla de auto hasta que alcancen los 150 cm y que esta silla tenga respaldo, ya que aportará una mayor protección al menor en caso de impacto lateral. También deberán tener en cuenta que este límite de altura de 135 cm puede variar según el país donde viajemos, siendo obligatorio en otros países de la Unión Europea utilizar un SRI hasta los 150 cm.

Las bajas temperaturas del invierno obligan a que los niños vistan con ropa que les proteja del frío. Los abrigos, los gorros, las bufandas y los guantes son las prendas más utilizadas en esta estación del año y es demasiado habitual que los padres cometan el error de permitir que los niños viajen en coche con toda esa ropa puesta, lo cual resta eficacia al sistema de retención infantil. ¿Sabes por qué?

Arneses y cinturones siempre bien ajustados al cuerpo del pequeño, sin holguras

El cinturón de seguridad y los sistemas de retención son elementos de seguridad pasiva cuya función es amortiguar la desaceleración del cuerpo y evitar que los ocupantes del vehículo salgan despedidos de su asiento o se desplacen excesivamente en caso de colisión. Para que los arneses y el cinturón de seguridad puedan cumplir su función protectora deben quedar bien ajustados al cuerpo del niño sin dejar holguras. Por este motivo, antes de iniciar la marcha, es necesario comprobar que el SRI está bien instalado y está abrochado correctamente, sin holguras, y que los arneses o cinturón no está enganchado o enrollado en alguna parte de su recorrido.

Para garantizar que el sistema de retención infantil cumpla eficazmente su función, es fundamental que el niño no lleve el abrigo puesto ni tampoco ropa muy gruesa dentro del vehículo, ya que esto añadiría centímetros de holgura a los cinturones y arneses que pueden alterar la capacidad de retención en caso de accidente. La consecuencia de esto es que aumenta la posibilidad de que se produzca el llamado “efecto submarino”, es decir, que el cuerpo se deslice por debajo de la banda horizontal, o que el niño choque contra el respaldo del asiento delantero u otro elemento del vehículo, lo que podría provocarle graves lesiones.

Aunque el traslado sea corto, como por ejemplo de casa al colegio, los peques deben hacerlo siempre sin abrigo. Y para evitar que el desplazamiento se haga incómodo, es recomendable mantener una temperatura en el interior del habitáculo en torno a los 21 grados. Subir la calefacción en el coche para evitar el frío no es una buena idea, ya que una mayor temperatura empañará los cristales e incluso puede provocar somnolencia al volante.

Eduquemos con el ejemplo

Los niños aprenden lo que ven en su entorno, de ahí la importancia de educar a los más pequeños con el ejemplo de los adultos. Quitarnos el abrigo cuando nos subimos al coche es un gesto que puede salvar la vida de todos, niños y adultos, ya que conducir con abrigo puede limitar la libertad de movimientos del conductor, impedir una anticipación adecuada ante el riesgo e incluso provocar un accidente.

Además, la nueva Ley de Tráfico que entrará en vigor el próximo mes de marzo de 2022, indica en su artículo 13.2 referido a las normas generales de conducción que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás”.

Y según el Artículo 88 relativo al valor probatorio de las denuncias de los agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico, tengamos en cuenta que si los agentes, en el ejercicio de sus funciones, consideran que el abrigo puesto impide la libertad de movimientos del conductor tienen potestad para denunciarlo como infracción leve, lo que supone una sanción económica de 100€. Así que, como padre, madre o adulto responsable, practica con el ejemplo. Por tu seguridad y por la de los niños, en el coche siempre sin abrigo.

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